San José obrero, carpintero de profesión, trabajó siempre por el sustento de su familia. La constancia de su trabajo, la seguridad de su familia. Imagínense el camino que se habrá tenido que abrir en Egipto, sin familia, sin apoyo de conocidos, extranjeros, tal vez víctimas de prejuicio y discriminación, el trabajo y responsabilidad de José era lo que tenía para subsistir.
De vuelta a Nazareth en su taller de carpintero siguió trabajando incansablemente, fue labor que heredó a su hijo Jesús. Para ayudar al sostén de su familia. Cuando el desánimo y la dificultad aparecen, San José es un gran ejemplo de tenacidad y trabajo arduo en todo momento por el bien de los que ama. «Cuando el trabajo canse, San José ayúdame a sobreponerme y seguir».
San José, ayuda a la familia seminarista a vivir el valor de la responsabilidad.